El antes, durante y después de la restauración

Adán y Eva de Durero


Estas tres imágenes muestran cómo los daños del soporte habían incidido directa y negativamente sobre la capa pictórica provocando las faltas de preparación y de color que, en la imagen final, se aprecian completamente reparadas tras su restauración.
 


Resalta el contraste que se distingue en la carnación de Eva, consecuencia de los barnices oxidados, en convivencia con la delicada coloración rosa nacarada de la figura. Se observa también el contraste en el suelo, de un tono más transparente plateado. Se aprecian asimismo los huecos de los tornillos que fueron introducidos a través de la superficie pictórica rompiendo literalmente la capa de preparación y la superficie pictórica.
 


Soporte de la obra Adán antes y después de la su intervención. La restauración del soporte comenzó con la retirada de la retícula de madera encolada con la que el soporte había sido restaurado anteriormente, dado que esta estructura estaba provocando numerosas grietas y distorsiones en la obra. La nueva estructura ha sido colocada, teniendo en cuenta la necesidad de respetar la curvatura natural de la tabla sobre la que Durero pintó esta obra, a través de una solución con varios mecanismos de muelles que garantizan una respuesta a las naturales dilataciones, contracciones y flexiones propias de la madera.
 


Detalle de la hoja central en el cuerpo de Eva antes, durante y después de la restauración. Los tornillos que procedían del soporte antiguo se habían colocado penetrando en la pintura rompiendo literalmente la capa de preparación y la película pictórica. La restauración de esta zona ha consistido en limpieza, estucado del hueco dejado por el tornillo, reintegración de las faltas de color y barnizado.
 


Detalle de un mechón del cabello de Eva antes, durante y después de la restauración. La inestabilidad de la capa pictórica queda reflejada en estas imágenes, en la que se aprecian zonas localizadas con el craquelado desprendido, formando ampollas y con grave riesgo de desprendimiento de color, y la perceptible mejora y consolidación de las mismas tras su restauración.
 


Detalle del cabello y rama de Eva. El primer detalle muestra un burdo repinte al óleo en el cabello y en dos huecos dejados por los tornillos con los que se había sujetado el soporte en una restauración anterior. Una vez efectuada la limpieza y tras la eliminación de dicho repinte, se aprecia cómo aparecen las calidades del cabello y las erosiones y desgastes en la película pictórica. Los daños en esta parte de la obra se solucionaron con el estucado de las faltas provocadas por los huecos de los tornillos, además de la reintegración de las mismas y su posterior barnizado.
 


Durante el proceso de restauración de Adán se percibieron grietas en la madera, desgaste de veladuras y abrasiones de la película pictórica, además de faltas de color. Al final de la intervención, se aprecia la recuperación de la tonalidad auténtica, calidades y volumen originales.

 


Este conjunto de imágenes ilustra cómo, al retirar la suciedad y barnices de una anterior restauración del rostro de Adán, se vislumbra una fina transparencia de la carnación de tono más real.

Información e imágenes extraídas de la página web del Museo del Prado. Visitar.