COLECCIóN 1991

Miquel Barceló

Felanich, Mallorca, 1957

Miquel Barceló en las colecciones del Museo del Prado no busca ni el prestigio, ni la memoria asépticamente conservada, sino la propia pintura, esa materia viscosa, de brillos aún no completamente apagados, esa materia empolvada que se resiste a convertirse en espíritu. El artista no penetra en el museo simplemente para adquirir sabiduría, sino para alimentarse. Barceló en sus grabados materializa el espíritu latente de esas obras maestras, compacta la historia y unifica el destino de la pintura por encima de épocas, estilos, países e individualidades, en cierto sentido, vuelve al gesto antiquísimo y soberano de quien toma la tierra entre sus manos y embadurna una pared.

Acróstico de cabras I

Acróstico de cabras I

Litografía, grabado en madera a la fibra y serigrafía, 50 x 65 cm

Acróstico de cabras II

Acróstico de cabras II

Litografía, grabado en madera a la fibra y serigrafía, 50 x 65 cm

Acróstico de burro III

Acróstico de burro III

Litografía, grabado en madera a la fibra y serigrafía, 65 x 50 cm

Acróstico de burro IV

Acróstico de burro IV

Litografía, grabado en madera a la fibra y serigrafía, 50 x 65 cm

 

© Miquel Barceló, VEGAP, Madrid, 2024